Cada vez es más habitual ver
coches híbridos y eléctricos circulando por las carreteras. Lo cual supone una
gran ventaja al dejar de depender de los combustibles fósiles que, hasta hace
poco tiempo, eran imprescindibles en la mayoría de soluciones para la movilidad.
Si bien no todo lo relativo a
este tipo de vehículos es positivo. En el momento de plantearse la compra de un
automóvil de este tipo surge el problema de la autonomía.
Dada su reciente aparición toda
la infraestructura que los rodea se encuentra todavía en vías de expansión. La
disponibilidad de puntos de recarga es aún muy limitada, un problema que se
hace especialmente notable al abandonar las grandes ciudades.

Soluciones para la autonomía
La solución más frecuente a este
problema es instalar uno propio en casa o el garaje. Incluso si se trata de un
garaje comunitario la instalación puede llevarse a cabo tan sólo notificándolo
al presidente o administrador, sin necesidad de la aprobación de la junta de
propietarios.
La recarga puede efectuarse en
cualquier enchufe convencional. Pese a ello no es recomendable hacerlo por
seguridad, ya que no están preparados para trabajar a alta intensidad durante
períodos de tiempo tan largos.
El precio de un punto mural de
carga (wallbox) empieza desde aproximadamente 400€ y de ahí va en aumento según
su potencia y prestaciones. Para elegir su potencia se debe tener en cuenta la
potencia contratada y la potencia de carga máxima que soporta el vehículo.
Otro factor a recordad al
adquirir un wallbox es el conector necesario para cada modelo de coche. Actualmente
existen 5 tipos diferentes, siendo los más frecuentes los denominados Tipo 1 y
Tipo 2.
Para la cuantificación del gasto existen
tres opciones principales:
-
El garaje está en el mismo edificio que la
vivienda:
o
Es posible conectar el punto de recarga al
contador para que el consumo se sume al de casa.
-
El garaje no está en el mismo edificio de la
vivienda:
o
Contratar una nueva línea eléctrica con un
contador exclusivo para el punto de carga.
o
En un garaje con varios puntos de carga es
posible instalar un gestor de carga al que se conectan los diferentes puntos,
cada uno con un contador independiente.
Instalar un punto de recarga
propio es más sencillo y menos costoso de lo que parece en un principio. Por tanto,
se puede decir que los coches eléctricos son una alternativa real viendo el ahorro
y el beneficio para el medio ambiente que suponen.